Ecos desde Budapest a la rambla.

07/May/2013

Ing. Roberto Cyjon, Presidente CCIU, desde Asamblea CJM

Ecos desde Budapest a la rambla.

Entre el Danubio y el Río de la Plata, tengo la oportunidad de conectarme con toda la sociedad uruguaya y transmitirle los temas que acá nos ocupan y preocupan a todos los judíos del mundo representados en el Congreso Judío Mundial y a la sociedad europea en general.
Hace 68 años terminó la Segunda Guerra Mundial y el mundo se enteró de los horrores que sucedieron a lo largo y ancho de este continente. Hoy día, la misma Europa no sabe cómo evitar desde su extendida democracia y renovados valores, el resurgimiento político y legítimo de parlamentarios nazis en proporciones alarmantes. Es así que el 17% del gobierno húngaro, con más de 30 parlamentarios, sostiene explícitamente los mismos postulados que Hitler antes que nadie supiese qué significaban.
Definitivamente: o esto se condena enérgicamente por los gobiernos del mundo democrático, se encuentren donde se encuentren, o los riesgos se acentuarán a niveles alarmantes. No se pueden tolerar más dudas sobre cómo dicha condena afectará la libertad de opinión. Los silencios de la historia reciente ya demostraron lo que la ideología nazi es capaz de hacer.
Es penoso que nuevamente seamos los judíos los primeros embanderados con estos reclamos. No hay reactivación económica, ni soporte de valores humanos construidos sobre la base de la discriminación y el antisemitismo. La inclusión siempre ha enriquecido a las sociedades y las ha ayudado a progresar y desarrollarse.
Los judíos somos parte integral del mundo occidental, sea en Europa, E.E.U.U. o América Latina. No tenemos nada nuevo que demostrar. ¿Cómo aceptar pues que se movilicen “libremente” nazis en las calles de Budapest o Grecia, solamente a título de ejemplo, bajo la consigna: “denle gas”?
La historia no se reitera en idénticas condiciones, más bien se reflejan similitudes elípticas en condiciones diferentes. Han pasado siete décadas y obviamente vivimos en un mundo diferente.
Lo que es impostergable es la educación de los valores, derechos y deberes de quienes vivimos en un mundo libre. Las nuevas generaciones de nuestra actualidad globalizada, perciben los crímenes del nazismo: Shoá, exterminio de gitanos, matanza de discapacitados o luchadores por la libertad, como algo lejano o desconocido. Se les debe enseñar dichas tragedias rápida e intensamente. ¿Por qué debería aceptarse dicha postergación? Son ésos, los valores que mejorarán la equidad social, la igualdad de oportunidades para poblaciones vulnerables, por ende la economía y el bienestar. Es la clave para quitarle seducción de ningún tipo, a grupos nazis o cualquier otra postura criminal o xenófoba. Ninguna consigna de odio es aceptable.
Ese desafío del mundo democrático no se arregla con declaraciones bonitas, sino con acciones concretas. La libertad de expresión es clave para la convivencia; la educación es la base para una convivencia pacífica. Seguiremos en contacto a lo largo de este Congreso que pronto terminará, pero no nuestra preocupación.
Ing. Roberto Cyjon.